lunes, 9 de febrero de 2009

EL MEJOR REGALO: TÚ


Historia  de Teddy Stallard

 

Teddy Stallar: seguramente calificaba como uno de los perdedores.  No estaba interesado en sus estudios.  Usaba ropa sucia y arrugada que olía mal.  No se peinaba. Tenía una expresión vacía.  Sin sentimientos.  Una mirada lejana.  Cuando la Señorita Thompson le hablaba a Teddy, siempre contestaba con monosílabos.  No era atractivo, no tenía motivaciones, era distante, y simplemente difícil de amar.  Aunque su profesora decía que amaba a todos los alumnos de su clase. No era exactamente verdad.

 

Cuando ella calificaba las tareas de Teddy, sentía un placer perverso al poner una X al lado de las respuestas equivocadas y cuando ponía una calificación de reprobado en sus hojas.  Siempre lo hacía con mucho entusiasmo.  Debería haber sabido, tenía los archivos de Teddy y sabía bastante de él.  Los documentos decían:

 

Primer año: Teddy muestra muchas promesas con su trabajo y su actitud, pero tiene una situación mala en su casa.

 

Segundo año: Teddy podría trabajar mejor.  Su madre está gravemente enferma.  Recibe poca ayuda en la casa.

 

Tercer año: Teddy es un buen niño, pero muy serio.  Aprende lentamente.  Su madre murió este año.

 

Cuarto Año: Teddy es muy lento, pero tiene buena conducta.  Su padre no muestra interés.

 

La navidad llegó y los niños de la señorita Thompson le llevaron regalos.  Amontonaron los regalos encima de su escritorio y se acercaron a mirar mientras los abría.  Entre los regalos había uno de Teddy Stallard.  Estaba sorprendida que le había llevado un regalo.  Estaba envuelto en papel café y cerrado con cinta adhesiva. En el papel estaba escrito simplemente: “Para la señorita Thompson de Teddy”, cuando abrió su regalo vio un brazalete barato, con solamente la mitad de las piedras falsas y un perfume barato.

 

Los otros niños empezaron a reírse, pero la señorita Thompson, los hizo callar cuando se puso el brazalete y se aplicó un poco de perfume en su muñeca.  Levantó la muñeca y les dijo:

-          Huele muy rico, ¿verdad?- todos los niños captando la idea, asistieron inmediatamente.

Al final del día, cuando todos los demás niños se habían marchado.  Teddy quedó solo con la profesora.  Se acercó al escritorio y le dijo en voz baja:

 

-señorita Thompson… señorita Thompson, usted huele igual que mi mamá… y su brazalete luce bonito en su brazo también.  Me alegro que le hayan gustado mis regalos-

 

 Cuando Teddy salió, la señorita Thompson se arrodilló y pidió perdón a Dios.  Al día siguiente, cuando los niños llegaron a la escuela, había otra  profesora.  La señorita Thompson era otra persona.  Ya no era solamente  una profesora; había llegado a ser una agente de Dios.  Era una persona comprometida a amar a sus niños y a hacer cosas que tendrían consecuencias más allá de su vida. Ayudaba a todos los niños, pero especialmente a los más lentos.  Sobre todo a Teddy Stallard.

Al  final del año académico, Teddy mostraba una mejoría dramática.  Había alcanzado el nivel de los demás alumnos, incluso tenía mejor rendimiento que algunos. 

 

No escuchó nada de Teddy por muchos años. Entonces un día recibió  una carta que decía:

 

Querida señorita Thompson:

 

Quería que usted fuera la primera en saberlo.  Voy a graduarme este año segundo en mi clase.

 

Cariñosamente

 

 

Teddy Stallard

 

Cuatro años más tarde, llegó otra carta:

 

Querida Señorita Thompson:

 

Acaban de decirme que me graduaré primero en mi clase.  Quería que usted fuera la primera persona en saberlo. La Universidad no ha sido fácil, pero me gusta.

 

Cariñosamente.

 

Teddy Stallard.

 

Y cuatro años después:

 

Querida señorita Thompson:

 

Desde hoy día, soy el doctor Ted Stallard, médico,  ¿Qué le parece? Quería que usted fuera la primera persona en saberlo.  Me voy a casar el próximo mes, el 27 para ser exacto.  Quisiera que usted fuera a la boda y que se sentara en el lugar donde se habría sentado mi madre si estuviera viva.  Usted es mi única familia ahora; papá murió el año pasado.

 

Cariñosamente

 

Teddy Stallard

 

La señorita Thompson fue a la boda y se sentó en el lugar de la madre.  Mereció el asiento, por que había hecho algo para Teddy que nunca olvidó.”

 

                                         

En vez de dar algo que se compra con el dinero, tome el riesgo de dar algo que vivirá mucho tiempo después de usted.  

Sea extremadamente generoso(a).  Dé el regalo que solamente usted puede dar.  A usted mismo(a). 


CON CARIÑO PARA TÍ,


Tomado del Manual de Pedagogía I de Luisa Loida Torres Quintanilla

adaptación de:                                          Anthony Campolo, “Who Switched the Price Tags” ¿Quién cambió las etiquetas?  (Waco, Texas: Word Books, 1986.  69-72

1 comentario:

sacri dijo...

Me a sido de mucha bendicion leer tus escritos te animo para que sigas bendiciendo a los que te siguen...soy una persona que no lee mucho la biblia pero a traves de los blogs estoy aprendiendo mucho y me esta haciendo reflexionar que es lo que estoy haciendo con mi vida...estoy muy animada y muy bendecida...Bendiciones.