jueves, 5 de marzo de 2009

¿ESCLAVOS O LIBRES?





"Estad pue firmes en libertad con  que Cristo nos hizo libres y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud" Gálatas 5:

¿Por qué muchas personas hoy en día no están disfrutando la vida en abundancia que Cristo da?

fácil saberlo, estamos conscientes que Cristo salva y libera, pero lamentablemente se vive con el complejo del elefante, ¿cómo así?    Estos animales cuando son cachorros y los pretenden domesticar, para bestias de carga o para presentaciones  en circos; para lograr que se domestiquen pasan por todo un proceso que consiste en atarlos fuertemente con un lazo en una de sus patas y amarrarlo a un poste o árbol frondoso, para que no se escape, y le ponen la comida cerca, para que no se lastime en el intento de alcanzarla.   pasa el tiempo, y el animal se domestica,  siguen amarrandolo; pero simuladamente, solo por costumbre, ahora le pueden poner la comida fuera del perímetro donde él se mueve, intenta alcanzarla, pero al sentir el lazo, ya no pasa del lugar y no da un paso más.   El animal no sabe que el lazo solo está en su pata, pero no amarrado a un poste.    

a muchos el pasado les ata y no les permite disfrutar de Cristo y su libertad, el pasado puede ser el desprecio de un padre o madre que les dejó marcados para toda la vida, o más terrible aún,  una violación por un familiar.   
Una mujer de 50 años recibió a Cristo cuando tenía quince años, a los 25 años de edad se casó, pero sus constantes estados de depresión arruinaron su matrimonio, aunque asistía a la iglesia no era libre, pero un buen día en que una de sus depresiones  le llevarón al hospital por una sobredosis de medicamentos, al visitarla y ministrar su vida, ella se atrevió a hablar sobre algo que la marcó y ató para toda la vida, cuenta que cuando tenía ocho años un tío, la abusó sexualmente.   Ella estaba conciente que no tenía la culpa, sin embargo se sentía sucia, impura y que no valía nada.  en su corazón tenía viva la imagen de esa indefensa niña sucumbiendo en las garras de un violador.   Dijo que por 42 años había mantenido en secreto esa experiencia desagradable, pero ese día fue libre cuando decidió perdonar a su agresor.   
¿olvidó la experiencia pasada?, no, ya que perdonar no significa olvidar, pero  cuando se recuerda la situación, ésta ya no lastima, no daña; ya no sangra la herida.  
Un expandillero, predicador con una linda esposa y dos bellas niñas, cada vez que llegaba a su casa, y su esposa  e hijas le abrazaban y le recibían alegres, él no podía corresponderles, por que  en su mentalidad se consideraba que no las merecía.    Y es que él recordaba su pasado, recordaba los asesinatos  y los abusos sexuales que cometió.    El pasado le ataba y no le permitía disfrutar a su familia; él se preguntaba como era posible haberse casado con una bella mujer  que llegó virgen al matrimonio, si yo he sido un gran malvado.   Pero el Espíritu Santo le tocó y le hizo ver que Cristo ya le había lavado con su sangre preciosa y que había hecho nuevo todo en su vida. 
Fue hasta entonces que empezó a disfrutar la libertad en que Cristo ya nos hizo libres.
La Biblia en Isaías 53: 6 dice que "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros"..

En Cristo somos libres y el pasado por doloroso que haya sido, Cristo cargó con él en la cruz del calvario,   y dijo "Consumado es"  el precio fue pagado.

Ya no más complejo de elefente.   Cristo nos emancipó de los pecados y del pasado, el cual ya quedó atrás.  En Cristo tenemos nueva vida.    
Y una cosa es cierta queremos tener un ministerio saludable, una familia saludable, ministrar a otros, entonces olvidemos lo que ya quedó atrás y dejemos que el Espíritu Santo fluya libremente en nuestra vida. 

Cristo dijo en el Evangelio de Juan: "Yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia"

¡Disfrutemos en Cristo!
con amor para tí y para mí. 

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