viernes, 16 de septiembre de 2011

EL NOVIAZGO Y LA PUREZA SEXUAL


Dios nos hizo seres con necesidades tanto físicas como espirituales, materiales y fisiológicas. Desde el nacimiento se busca la aceptación de los demás, no es solo el simple hecho de suplir las necesidades fisiológicas. Todos buscan a través de pertenecer, la identidad, que determinará en gran medida la conducta y la personalidad que se tendrá que llevar para toda la vida.

Pero no basta llenar el área de la supervivencia, sino que es importantísima la parte de la autorrealización, ya que esta mide el crecimiento y la madurez de cada individuo.

Estas necesidades por mandato divino deberán ser suplidas en el hogar, en especial por los padres; ya que es en el seno de la familia donde se forja la identidad, se brinda seguridad y se da el amor que todo ser humano necesita para sentirse seguro de sí mismo y crecer con una autoestima saludable.

Todo los antes dicho es parte de la socialización de los individuos, y determina el tipo de relaciones que más adelante tendrán, cuando pasen de la niñez, se aventuren por la etapa de la pubertad, para luego adentrarse por la maravillosa travesía de la adolescencia.

Cada etapa de la vida del ser humano no prescinde de las necesidades, y siempre buscará que se las suplan, y si en la familia no encuentra lo que busca, lo hará en el círculo de amigos, en la música, en el sexo, en la delincuencia, en el romance temprano y hasta en los vicios.

Por ello es que en nuestras sociedades es común ver jovencitas embarazadas a temprana edad, jóvenes que a los doce años, están sumidos en drogas, en sexo y hasta en pandillas.

Es lamentable como los adolescentes juegan a ser mayores, sin asumir responsabilidades. Y la gran mayoría se embarca en la aventura llamada noviazgo, sin antes haber madurado o terminado de crecer.

En el noviazgo hay principios que se deben tomar en cuenta para que no acabe en un desastre y apague la llama de los sueños y propósito de la vida.

Principios de un noviazgo cristiano

I. Definición

A. La Biblia no habla explícitamente en cuanto a lo que ahora conocemos como "noviazgo". Sin embargo, para el cristiano, debe ser una relación hacia el matrimonio. (Génesis 2:20-24). No es un juego o pasatiempo.

B. El noviazgo es menos íntimo y comprometido que el matrimonio, pero mucho más que una amistad.

II. El noviazgo cristiano

A. No debemos tener enlaces fuertes con un no cristiano (2 Co. 6:14-7:1).

B. Para andar juntos, deben tener las mismas metas (cristianas) (Amos 3:3).

C. Andar con una persona inadecuada nos daña (Prov. 13:20).

D. Es un engaño contraer noviazgo o matrimonio para convertir a la otra persona (1 Co.7:16).

III. El proceso de un noviazgo cristiano debe seguir la voluntad de Dios.

A. Debemos buscar y esperar la voluntad de Dios, sabiendo que es buena, agradable y perfecta. (Rom. 12:1-2).

C. No debemos enredarnos en un noviazgo si no es la voluntad de Dios (2 Ti. 2:3,4,1 Co. 7:7-9,17,27-28).

E. El tiempo de comenzar un noviazgo debe quedar bajo la voluntad de Dios (Ecles. 3:1-8, CC. 2:7, 3:5, 8:4).

H. Es algo muy serio y poderoso abrir el corazón a una persona del sexo opuesto. Debemos estar seguros de la voluntad de Dios antes de hacerlo (Gn. 34:3, Jue. 16:15-18, 19:3, 2 R. 11:4, Rut 2:13, Prov. 6:23-25, 7:25, Ecl. 7:26, Os. 2:14, CC 8:6, etc.).

IV. Nuestro trato con el sexo opuesto siempre debe ser santo y puro.

A. La voluntad de Dios es que seamos santo y que evitemos la fornicación (1 Tes. 4:1-8, 1 Ti. 4:12, 5:22, 2 Ti. 2:22).

B. El sexo, creado por Dios, es bueno (Gn. 1:31), pero sólo dentro del matrimonio (He. 13:4, Prov. 5:15-23).

F. La Biblia enfatiza la importancia de la pureza (1 Ti. 4:12, Tito 1:15, 1 Jn. 3:3).

G. Hay actitudes sexuales aparte de la fornicación que Dios condena (Job. 31:1, Mt. 5:27-28, Ro. 1:24-32, Gá. 5:19-21, 1 Tes. 4:3).

V. Levantar expectativas en el sexo opuesto nunca es un juego: es algo serio.

A. No se deben tomar nuestros patrones para el noviazgo del mundo, sino de Dios (Ro. 12:1-2, Col. 3:1-10, etc.).

B. Lo que se siembra se cosecha. No podemos burlarnos de Dios o de otro hermano sin sufrir las consecuencias (Gá. 6:7-8).

VI. Dios nos pide esperar con paciencia

A. Si no se tiene paciencia para esperar, no es amor (1 Co. 13:4,7)

B. Es muy importante no apresurarse (Ecl. 11:9, 12:1).

VII. Es mejor tener madurez antes de pensar en un noviazgo.

A. Primero hay que tener disciplina en la vida cristiana (Prov. 25:28, Gá. 5:22-23, 1 Co. 9:24-27, 10:12-13).

En conclusión, el noviazgo no es un juego, ni la solución a los problemas emocionales y espirituales. El noviazgo es la antesala del matrimonio, y en medio de esa relación debe estar Cristo, para que sea puro y de acuerdo a la voluntad divina.

CON AMOR PARA TI Y PARA MI

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