28Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.[1]
Romanos 8: 28
Muchos que se encuentran atravesando el desierto de la prueba, se quejan y consideran que Cristo se ha olvidado de ellos y que están completamente solos, cruzando el inmenso desierto, buscando un oasis de esperanza y la respuesta para sus problemas.
Pero hay buenas noticias para los que están atravesando desiertos de problemas y de duras pruebas. En el desierto está la Peña de Horeb, que mitiga la sed, en el desierto hay maná, con el que se puede saciar el hambre, en el desierto está la nube de fuego para que no sienta frio en la noche, en el desierto está la nube que da sombra para que el sol no le queme, en el desierto va delante de usted el Ángel de Jehová y el que pelea las batallas y en el desierto está el tabernáculo sobre el cual desciende la gloria de Dios. Ahora respóndame, ¿realmente está solo o sola?
Pida a Dios que le abra sus ojos y oídos espirituales para que pueda visualizar las bendiciones que Dios tiene para usted en medio del desierto.
Es medio de la prueba y del sufrimiento es que Dios se glorifica en nuestras vidas, cuando decidimos cruzar el desierto con él.
Recuerda no vas solo o sóla. El Ángel de Jehová va delante de ti. No temas, Dios tiene cuidado de ti…
Con amor para ti y para mí…
[1]Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.