lunes, 10 de mayo de 2010

LIMPIEZA INTERIOR POR MEDIO DE LA LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS...


Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

Se cuenta la historia de un anciano que vivía en una granja en las montañas de Kentucky oriental con su joven nieto. Cada mañana, el Abuelo se sentaba temprano en la mesa de la cocina para leer su vieja y estropeada Biblia. Su nieto, que quería ser como él, intentó imitarlo cuando era posible. Un día el nieto preguntó, “Abuelo, yo intento leer la Biblia, me gusta pero no la entiendo, y lo que logro entender se me olvida cuando cierro el libro. ¿Qué hay de bueno en leer la Biblia?” El abuelo silenciosamente dejó de echar carbón en la estufa y dijo: “Baja el canasto del carbón, y ve al río, y tráeme un canasto lleno de agua”. El muchacho hizo tal y como su abuelo le dijo, aunque toda el agua se salió del canasto antes de que él pudiera volver a la casa. El abuelo se rió y dijo, “Tendrás que moverte un poco más rápido la próxima vez”, y lo envió nuevamente al río con el canasto a intentar traer agua en él. Esta vez, el muchacho corrió más rápidamente, pero el canasto estaba de nuevo vacío antes de llegar a la casa. Ya sin respiración, le dijo a su abuelo que era “imposible llevar agua en un canasto,” y fue a conseguir un balde. El anciano lo detuvo diciendo “yo no quiero un balde con agua, quiero un canasto con agua. Tú puedes hacerlo”. A estas alturas, el muchacho sabía que la tarea era imposible, pero quería mostrar a su abuelo que aún cuando corriese más rápido, el agua se saldría antes que llegase a la casa. El muchacho sacó el agua y corrió tanto como pudo, pero cuando llegó donde su abuelo el canasto estaba de nuevo vacío. Exhausto, el muchacho dijo “abuelo es inútil”. “¿Por qué piensas que es inútil? contesto el abuelo. “Mira dentro del canasto”. Viendo su interior comprendió por primera vez que el canasto tenía algo diferente. En lugar de un fondo sucio por el carbón, este lucía limpio. “Esa es la obra de Dios en nuestras vidas. Él nos cambia desde dentro lentamente hasta transformarnos”

Jesús dijo en Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Muchos cristianos leen la Biblia o la cita bíblica del Sermón solo cuando asisten al servicio dominical, pero en el transcurso de la semana se olvidan de leerla, de escudriñarla, de saborearla. Jesucristo noS ordenó que las escudriñemos, ya que allí está la vida eterna, y dan testimonio de Él.

Todos necesitamos limpieza interior, y no se logra sólo cuando muchos asisten a “encuentros” o retiros de liberación, eso en parte puede atraer a la comunión con Dios, mientras dura el retiro y luego ¿qué hay?. Está comprobado por testimonio de Jesucristo, que la limpieza interior, la purificación del alma se logra por medio de la lectura constante de la Palabra: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.

Es importante que de inmediato nos volvamos a la Palabra, y que por medio de la fe la hagamos realidad en nuestra vida.

Deja que la Palabra de Dios quite el tile del corazón. Hagámonos una limpieza interior a la luz de lectura de la Biblia.

Bendiciones. Solo haz la prueba y dentro de un par de días me cuentas sino es verdad….

Con amor para ti y para mí…

domingo, 2 de mayo de 2010

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos

Una hija se quejaba ante su padre, acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó al lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego . Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra huevos y en la última granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó pacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos, el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó sobre un recipiente. Sacó los huevos y las dejó sobre en un plato. Coló el café y lo echó en una taza.

Mirando a su hija le dijo: ¿”Querida qué ves”?
“Zanahoria, huevos y café” fue la respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara el huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa esto, Padre?” El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero que habían reaccionado de manera diferente: La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo, se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el aroma y sabor del agua.

¿Cuál eres tú?, le preguntó a su hija. “Cuando la adversidad llega a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Cómo eres tú? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil, y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? ¿Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿Eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres un grano de café? El café cambia el agua, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.

De corazón, te deseo que intentes ser como el grano de café cuando las cosas no vayan bien y puedas lograr que tu alrededor mejore. Recuerda todo lo que te sucede en la vida, es por alguna razón, sólo necesitas descubrir su motivo y aprender de ello.
Autor Desconocido

¿QUÉ ERES TÚ? UNA ZANAHORIA, UN HUEVO O GRANOS DE CAFÉ... SACA PROVECHO A LA ADVERSIDAD Y DALE SABOR A TU VIDA...

CON AMOR PARA TI Y PARA MI...